La utilización del casco de seguridad es obligatoria en las obras de construcción
El cráneo es una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo, por lo que es imprescindible prestarle especial atención y protegerlo adecuadamente, sobre todo en obras de construcción, donde el riesgo de accidente en la cabeza es mayor. Un golpe en la cabeza puede resultar mortal o producir daños irreversibles, por lo que, si durante el desarrollo de cualquier trabajo de construcción existe el riesgo de que se produzcan golpes en la cabeza o caídas de pequeños objetos y materiales, siempre es necesario proteger el cráneo con un casco de seguridad.
Según la norma UNE-EN 397: 1995, un casco de protección es un equipo de protección individual que cubre la cabeza del usuario y que está destinado esencialmente a proteger la parte superior de la cabeza contra heridas producidas por objetos que caigan sobre el mismo.
Según la norma mencionada anteriormente, el casco va a asegurar la integridad del cráneo ante la posibilidad de:
- Impacto de objetos, materiaes, etc.
- Choque eléctrico
- Quemaduras
- Penetración de material y consiguiente daño
Además, si a parte de proteger la cabeza se tiene la necesidad de proteger los oídos, existen equipos de protección auditiva adaptables a los cascos de seguridad para conseguir una protección completa. También existen cascos de protección combindos que protegen la cara y los ojos frente a posibles daños causados por trabajos de soldadura, forestales, etc.
En trabajos de construcción la utilización de casco siempre es obligatoria, pero es especialmente importante en las siguientes actividades:
- Andamios y plataformas de trabajo: operaciones de montaje y actividades que se produzcan debajo o cerca de estos.
- Encofrado y desencofrado.
- Trabajos con explosivos.
- Demolición.
- Actividades en montaje de ascensores, grúas, etc.
- Zanjas, pozos y galerías.
La fecha de caducidad de un casco de protección está determinada por el tiempo en que conserva su función protectora. En caso de que exista alguno de los siguientes desperfectos deberá ser desechado y sustituido inmediatamente por un casco nuevo:
- Grietas o agujeros en el casco.
- Rotura del arnés.
- Abolladuras sensibles en la parte superior que disminuyan peligrosamente la luz libre.
- Deformaciones permanentes que impidan una correcta adaptación del casco sobre la cabeza.
- Aumento considerable del peso debido a las condiciones de uso.
No obstante, cuando se hace un uso en condiciones normales, los cascos pueden mantener su función protectora intacta durante tres años como mínimo. Sin embargo, en caso de que un casco haya sufrido un fuerte impacto, siempre deberá ser sustituido, aunque no presente daños aparentes, pues la efectividad y la calidad del mismo disminuye considerablemente reduciendo de forma importante la protección.
Si desea más información sobre cascos y equipos de protección para la cabeza que ofrece Personna, puede ponerse en contacto con nosotros en personna@umanna.es o en el teléfono 91 616 99 40