A pesar del riesgo que entraña, muchos trabajadores se exponen a trabajos de soldadura sin protección
Realizar trabajos de soldadura sin protección puede parecer algo inimaginable, pues, seamos sinceros, es de “locos”. Sin embargo, los datos demuestran que, a pesar de los graves riesgos que entraña esta práctica, la realidad es que muchos trabajadores siguen sin hacer uso de la protección durante trabajos de soldadura.
Según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, solamente durante los meses de enero y febrero de 2018 se han producido 13.551 accidentes de trabajo que han afectado a la visión y los ojos de los trabajadores (incluyendo lesiones por soldadura, cuerpos extraños en los ojos…)
Sin duda alguna, los ojos son la parte de la cabeza más afectada en un accidente, pues más del 50% de los accidentes que afectan a esta parte del cuerpo tienen consecuencias en el órgano de la vista. Pero realizar trabajos de soldadura sin protección no solo entraña riesgos para la visión, sino que uno de los principales riesgos tiene que ver con la exposición a los humos y gases del proceso.
Los soldadores también pueden experimentar problemas respiratorios y pulmonares crónicos, que incluyen bronquitis, asma, neumonía, enfisema, neumoconiosis (enfermedades relacionadas con polvos), disminución de la capacidad pulmonar, silicosis (causada por la exposición a sílice) y siderosis (enfermedad relacionada con polvos óxidos de hierro en los pulmones).
A pesar de estos terribles datos, muchos trabajadores siguen exponiéndose al peligro cuando no emplean la protección adecuada y homologada para realizar ciertos trabajos.
Consecuencias de no usar protecciones para soldadores
A continuación, a pesar de que algunas son evidentes, detallamos solo algunas de las consecuencias que puede acarrear trabajar sin protección en soldadura:
- La exposición a gases metálicos (tales como cinc, magnesio, cobre, y óxido de cobre) pueden causar fiebre de los humos metálicos. Los síntomas de la fiebre de los humos metálicos pueden ocurrir de 4 a 12 horas después de estado expuesto, e incluye escalofríos, sed, fiebre, dolores musculares, dolor en el pecho, tos, dificultad para respirar, cansancio, náusea, y un sabor metálico en la boca.
- El humo de la soldadura también puede irritar los ojos, la nariz, el pecho, y las vías respiratorias, y causar tos, dificultad para respirar, falta de aliento, bronquitis, edema pulmonar (líquido en los pulmones) y neumonitis (inflamación de los pulmones). Efectos gastrointestinales, tales como náusea, pérdida de apetito, vómitos, calambres, y digestión lenta también han sido asociados con la soldadura.
- Algunos componentes de los vapores de la soldadura, tal como el cadmio, pueden ser fatales en poco tiempo. Los gases secundarios que son despedidos por el proceso de la soldadura también pueden ser extremadamente peligrosos. Por ejemplo, la radiación ultravioleta que es despedida al momento de soldar reacciona con el oxígeno y el nitrógeno en el aire para formar ozono y óxidos de nitrógeno. Estos gases son mortales en dosis altas, y pueden causar irritación en la nariz y la garganta, así como enfermedades serias de los pulmones.
- Las chispas y el calor intenso al momento de soldar pueden causar quemaduras. El contacto con esquirlas calientes, astillas de metal, chispas… pueden causar quemaduras y lesiones a los ojos.
- La exposición excesiva al calor puede causar estrés por el calor o insolación. Los soldadores deben estar conscientes de los síntomas, tales como cansancio, mareos, pérdida del apetito, náusea, dolor abdominal, e irritabilidad.
- La luz intensa asociada con el soldar al arco puede causar daños a la retina del ojo, mientras que la radiación infrarroja puede dañar la córnea y resultar en la formación de cataratas.
- La invisible luz ultravioleta (UV) del arco puede causar “ojo de arco” o “flash del soldador,” inclusive hasta después de una breve exposición (menos de un minuto). Los síntomas de ojo de arco usualmente ocurren después de muchas horas de haber estado expuesto a luz ultravioleta, e incluyen una sensación de arena en el ojo, visión borrosa, dolor intenso, ojos llorosos, ardor, y dolor de cabeza.
- La exposición a la luz ultravioleta también puede causar quemaduras a la piel parecidas a las quemaduras causadas por el sol, y aumentar el riesgo de cáncer de la piel del trabajador.
Para evitar este tipo de lesiones que en muchas ocasiones son de extrema gravedad, es imprescindible contar con los equipos de protección de soldadura adecuados. Estos equipos deben cumplir estrictamente con las normativas de seguridad.
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