La importancia del uso correcto de equipos de protección individual en el trabajo

El uso de equipos de protección laboral es obligatorio e imprescindible en algunos sectores para evitar accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo

Según INSHT, Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, un equipo de protección individual (EPI) es “cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin”. Es importante recordar que el EPI no elimina el riesgo o el peligro, pero protege al trabajador de la exposición y el entorno (por ejemplo, guantes, protectores auditivos, chalecos, cascos…)

El principal objetivo de un equipo de protección individual es evitar daños al trabajador, ya sea en forma de accidente laboral o de enfermedad profesional, por lo que es muy importante emplear equipos de protección adecuados en determinados trabajos. Estos equipos deben estar adaptados al trabajador y a la tarea que desempeña y, salvo indicación contraria, son de uso exclusivamente personal.

Los equipos de protección individual deben utilizarse cuando existan riesgos para la seguridad o salud de los trabajadores que no hayan podido evitarse o limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo. Es decir, los EPI solo deben emplearse como última barrera de protección entre la persona y el riesgo cuando las medidas de prevención para eliminar dichos riesgos no hayan sido suficientes. Por ejemplo, en el caso de que el empleado trabaje con una máquina excesivamente ruidosa que pueda perjudicar su salud auditiva los pasos serían los siguientes:

  1. Evitar el riesgo. Es decir, reparar o sustituir la máquina para evitar el ruido.
  2. Controlar el riesgo en origen. Proceder a aislar el riesgo, por ejemplo, mediante un cerramiento antirruido.
  3. Proteger a la persona. En caso de que los pasos anteriores no hayan sido suficientes, el último recurso es dotar al trabajador de equipo de protección laboral, en este caso protectores auditivos.

La empresa está obligada a proporcionar gratuitamente el EPI apropiado a los trabajadores

En caso de necesidad, el empleo de equipos de protección individual es obligatorio y su uso es responsabilidad de cada trabajador. La empresa está obligada a proporcionar gratuitamente el EPI apropiado a cada uno de los trabajadores y proporcionarles toda la información necesaria para su correcto uso, así como para que éstos conozcan los riesgos a los que están expuestos.

En ocasiones, algunos trabajadores (sobre todos los que trabajan de manera autónoma que están sometidos a menor control), obvian el uso de equipos de protección individual porque lo consideran incómodo o innecesario. Las consecuencias de no emplear los EPI necesarios en cada trabajo o emplearlos de forma insuficiente pueden ser nefastas.

En primer lugar, aunque puede resultar lógico, el trabajador puede sufrir accidentes que pueden revestir de mayor o menor gravedad, llegando incluso a ser mortales o incapacitantes de por vida. Además, pueden producirse enfermedades a largo plazo derivadas de la ausencia o uso incorrecto del equipo de protección individual. Por ejemplo, un trabajador que está expuesto diariamente a sustancias nocivas como barnices o derivados, en caso de no utilizar la protección respiratoria adecuada, puede presentar a largo plazo complicaciones o enfermedades respiratorias.

Además, cabe recordar que el trabajador que no cumpla con sus obligaciones en materia de uso de equipos de protección individual puede ser sancionado conforme al artículo 58.1 del Estatuto de los Trabajadores,

Por todo ello, es muy importante tomar consciencia de la importancia del uso del EPI y las responsabilidades que conlleva su correcta utilización y mantenimiento para los trabajadores, los supervisores y los empresarios en toda la comunidad laboral.